Les llamamos niños/as de la calle porque son víctimas del abandono, el abuso físico y sexual y pobreza extrema en sus propios hogares.
Algunos son huérfanos, otros son expulsados de su hogar o huyen debido a un cambio repentino en la dinámica familiar, como la muerte de un familiar o el rechazo de un padrastro.
Se les enseña un currículo variado y se les anima a desarrollar un interés en el aprendizaje. Aquellos que muestran este interés son enviados a la escuela pública formal.